En el aniversario luctuoso
Tengo suerte
Tengo suerte de tener los
cinco dedos en la mano derecha
Suerte de hacer pipí sin que
me duela mucho
Suerte que los intestinos se
muevan.
Suerte, duermo de noche en
una cama de capitán, siesta a media tarde
Suerte de pasear por First
Avenue
Suerte de ganar un par de
cien mil al año
cantando Eli Eli,
escribiendo lo que se me pasa por la cabeza, grabando garabatos primordiales,
enseñando en un colegio
budista, sacándole fotos con la Leica a la parada del bus por la ventana de mis
ojos
Oigo sirenas de ambulancias,
huelo ajo y orín, pruebo nísperos y lenguado,
camino descalzo por el piso
del loft, algo insensibilizadas las plantas de los pies
Suerte que puedo pensar y
que el cielo puede nevar
A.G